Como promover tu educación financiera
En este artículo vamos a abordar las características de las personas que no se han formado financieramente y las vamos a contrastar con las de las personas que han realizado cursos de educación financiera, gracias a los cuales han desarrollado su inteligencia financiera.
¿Qué es la educación financiera y para qué sirve?
Podemos definir la educación financiera como todos esos conocimientos y herramientas prácticas que nos permiten cosechar mejores resultados en relación al dinero, ya sea a la hora de ingresarlo, administrarlo, gastarlo o invertirlo. Sin embargo, aunque el dinero es tan importante en nuestras vidas, nada de esto se nos enseña en las escuelas. Es por eso que es tan importante formarse con cursos de educación financiera.
El patrón financiero
Un factor muy importante para desarrollar nuestra inteligencia financiera es las creencias en relación al dinero, lo que se llama “el patrón financiero”. Aunque estas ideas pasan desapercibidas por nosotros, son el origen de la mayoría de nuestras emociones, acciones y decisiones en relación a las finanzas, con lo que afectan considerablemente a nuestra economía personal.
Creencias limitantes en relación al dinero
Las creencias limitantes en las finanzas son todas esas ideas que nos frenan a la hora de gozar de salud financiera. Las personas que no han hecho ningún curso de educación financiera suelen tener muchas creencias del estilo: “los ricos son malvados”, “el dinero es el origen de todos los males” o “ser pobre es sinónimo de ser honrado”, entre otras muchas creencias irracionales que adoptamos desde nuestro entorno social y familiar en nuestra infancia.
Creencias potenciadoras en relación al dinero
Las creencias potenciadoras son aquellas que nos apoyan para crear abundancia y prosperidad en nuestra vida. Uno de los principales beneficios de los cursos para potenciar la educación financiera es que podemos aprender de personas que cuentan con un sistema de creencias muy positivo en relación al dinero, y podemos absorber su misma mentalidad de riqueza para obtener resultados similares. Se trata de entender que las creencias solo son puntos de vista, y que es nuestra decisión tomar las perspectivas que más nos beneficien.
La educación financiera
Como en el resto de áreas de nuestra vida, la inteligencia no es algo estático, sino que se puede expandir a través de la educación y la práctica. Lo que distingue a las personas que cosechan buenos resultados en el ámbito económico es que tienen conocimientos prácticos que los llevan a tomar mejores decisiones.
La ignorancia financiera
La mayoría de personas padecen de ignorancia financiera, ya que han sido educadas para concebir una sola forma de ingresar dinero: intercambiar su tiempo por un salario. Esto se llama ingreso activo: requiere de tu presencia y atención constantes para poder percibir unas ganancias. Esto no es malo per se, pero es muy arriesgado tenerlo como la única estrategia para obtener dinero. Además, el tiempo es lo más limitado que tenemos, así que si vinculamos el dinero al tiempo, también limitamos la prosperidad.
La inteligencia financiera
La inteligencia financiera es el fruto que recogen las personas que se han formado con cursos de educación financiera. Trata, principalmente, de tomar decisiones para desvincular el dinero de tu tiempo, creando sistemas que trabajen para ti. Esto se llama ingreso pasivo, un tipo de ganancia que requiere de nuestra presencia al principio pero que, una vez construida, trabaja para nosotros casi automáticamente. Este tipo de ingreso nos permite generar riqueza sin la necesidad de estar atentos constantemente, lo que nos permite liberar tiempo para generar otras vías de ingreso o, simplemente, para disfrutar de más libertad.
Si esta temática te llama la atención, te indicamos nuestro post en que detallamos qué son los ingresos pasivos.
La inversión consciente
La inversión es otro factor que caracteriza a las personas que se han educado financieramente a través de cursos o seminarios. El ingreso por inversión consiste en poner tu dinero a trabajar para ti. Es ir un paso más allá del ahorro. Si este nos sirve para acumular riqueza, la inversión nos sirve para multiplicarla.
El ahorrador inconsciente
La mayoría de personas sin formación financiera se dedican, en el peor de los casos, a gastar todo su dinero en consumo emocional y, en el mejor de los casos, a ser buenos ahorradores. Sin embargo, el sistema monetario actual está diseñado para ser cada vez más inflacionario, por lo que cada día nuestro dinero pierde más valor. Por lo tanto, ahorrar, hoy en día, es un acto inconsciente, ya que significa estar perdiendo dinero constantemente.
El inversor consciente
Ante la inflación y los impuestos cada vez más desmesurados, muchas personas toman cursos de educación financiera para poder sacar rentabilidad a su dinero. Son conscientes de que, hoy en día, saber invertir no es una opción, sino una necesidad para gozar de una salud financiera fuerte y estable. Investigan diferentes sectores de inversión y se forman constantemente para reducir los riesgos. Saben que invirtiendo pueden perder dinero, pero son conscientes de que ahorrando seguro van a perderlo.
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Cursos de educación financiera: 5 aprendizajes clave
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Analiza tus creencias financieras
La mayoría de ideas con las que creamos nuestra realidad económica y laboral las absorbimos antes de los 7 años, principalmente de nuestros padres, maestros, familiares y medios de comunicación. Reflexiona sobre qué observaste, escuchaste y experimentaste en tu infancia en relación con el dinero. ¿Qué decían tus padres sobre los ricos? ¿Había malestar en tu familia por el dinero? ¿Qué comportamientos observabas?
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Adopta una mentalidad de abundancia
Muchas personas se acercan al ámbito de la riqueza con una mentalidad de escasez, en la que quieren ser prósperos sin aportar valor a la sociedad. En cambio, las personas abundantes primero se centran en sí mismas, se conocen y descubren cuál es el regalo que pueden aportar al mundo. Y desde esta abundancia interior, se empiezan a relacionar con el ámbito laboral y económico.
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Diversifica tus fuentes de ingresos
No pongas todos los huevos en la misma cesta. Las personas educadas financieramente diversifican sus ganancias en los tres tipos de ingreso: activo (a través de un empleo o autoempleo), pasivo (a través de sistemas que trabajan para ellos) y por inversión (ponen el dinero a trabajar para ellos). Lo ideal es ir aumentando la importancia de los ingresos pasivos y por inversión para liberar tu tiempo.
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Aprende a administrar tu dinero
Una de las principales claves en los cursos de educación financiera es que te ayudan a crear un sistema de administración de tu dinero. Esto te permite tener mayor consciencia sobre tu estado económico, saber en qué estás gastando, evitar el consumo emocional y separar tus ingresos en diferentes carpetas con propósitos distintos.
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Deja de confiar en el Estado
El cambio de mentalidad es uno de los grandes secretos para vivir con más abundancia. Al tomar algún curso de educación financiera, te empiezas a autopercibir como el dueño y responsable de tu jubilación, dejando de delegar tu retiro al sistema de pensiones del Estado, el cual se encuentra en una quiebra absoluta. Asumir que no vas a tener pensión (o que va a ser irrisoria) es doloroso al principio, pero te ahorrará muchos problemas en el futuro.
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